El Perro de Pelea Cordobés, también conocido como Dogo Cordobés, era una raza canina originaria de Argentina. Fue desarrollada en la provincia de Córdoba durante el siglo XIX y principios del siglo XX.
La motivación principal para la creación de esta raza fue específicamente la pelea de perros, siendo utilizado en peleas clandestinas y como perro de presa en la caza mayor. La raza era conocida por su valentía, fuerza y habilidad en el combate. Tenía un cuerpo musculoso y compacto, cabeza grande y mandíbulas poderosas.
Para lograr la gestación de esta raza, se aplicó cría selectiva de diferentes perros de presa y molosos que existían en la región en ese momento. Los perros utilizados incluyen al antiguo Bullenbeisser, una raza de perro de presa originaria de Alemania que ya no existe, así como al Mastín Español y al Boxer.
Estos perros fueron cruzados con otros perros locales y mestizos de presa, seleccionando aquellos con las características deseadas ya mencionadas, como la valentía, la fuerza, la resistencia y la habilidad en el combate.
La raza resultante, el Perro de Pelea Cordobés, tenía un temperamento fuerte y agresivo, así como una estructura física poderosa. Ideal para el objetivo para el que había sido pensada. Fue ganando reconocimiento por su resistencia, agresividad controlada y capacidad para enfrentar a presas de gran tamaño a lo largo de su desarrollo.
El apogeo de la raza como tal ocurrió fundamentalmente a principios del siglo XX en Argentina. Durante este período, la cría y promoción de peleas de perros eran legales y populares en el país (así como también en otras partes del mundo).
Prohibición de peleas y posterior declive de la raza
A medida que avanzaba el siglo XX, aumentó la conciencia sobre el bienestar animal y se generó una creciente oposición a las actividades crueles que involucraban a los animales.
En muchos países, incluido Argentina, las peleas de perros comenzaron a ser vistas como prácticas inhumanas y moralmente inaceptables. La crueldad infligida a los perros en estas peleas, así como las lesiones y la muerte que sufrían, generaron una creciente presión para su prohibición.
A partir de la década de 1920, se introdujeron leyes en varios países para prohibir las peleas de perros y otras formas de crueldad animal. Estas leyes fueron impulsadas por la preocupación por el bienestar animal y la percepción de que las peleas de perros eran actividades violentas y perjudiciales.
En Argentina, las peleas de perros fueron prohibidas en 1956 mediante la Ley Nacional N° 14.346, que estableció penas para la crueldad animal. Esta ley abarcó una amplia gama de actividades crueles hacia los animales, incluidas las peleas de perros. Posteriormente, la prohibición se ha mantenido y se ha reforzado en diferentes jurisdicciones.
Además de la prohibición legal, las peleas de perros también enfrentaron una mayor estigmatización social. La conciencia sobre los derechos de los animales y la preocupación por su bienestar se han expandido en la sociedad, lo que ha llevado a un cambio de actitud hacia estas prácticas y a su rechazo generalizado.
No existe un momento específico bien documentado en el que se pueda decir con certeza que el Perro de Pelea Cordobés se haya extinguido por completo. Sin embargo, se puede afirmar que la raza ha dejado de existir en su forma pura y ya no se cría activamente a partir de estos cambios que se han ido sucediendo a lo largo de la primera parte del siglo XX.
La falta de selección y cría controlada, entonces, sumada a la falta de demanda para este tipo de perros, condujo a la desaparición gradual de la raza.
El perro de pelea cordobés como precursor del dogo argentino
Sin embargo, antes de extinguirse, el perro de pelea cordobés tendría una importancia vital en la creación de una de las razas modernas de dogo que hoy goza de gran popularidad: El dogo argentino.
Aunque el Perro de Pelea Cordobés influyó en la creación del Dogo Argentino, este último fue el resultado de un programa de cría específico y una selección cuidadosa realizada por Antonio Nores Martínez y su hermano Agustín. El Dogo Argentino se estableció como una raza separada y distintiva, reconocida por las principales organizaciones caninas internacionales.
El objetivo de Nores Martínez era desarrollar un perro de trabajo fuerte, resistente y valiente, pero también equilibrado y apto para la convivencia familiar. El resultado fue el Dogo Argentino, una raza reconocida por su destreza en la caza, su lealtad y su temperamento estable.
Por eso se dice que el perro de pelea cordobés no es considerado como un precursor directo del dogo argentino pero sí que comparten algunos antecedentes comunes y el primero sirvió de base para la creación del segundo. De ahí su relación fundamental y su unión genealógica.
Características distintivas del perro de pelea cordobés
Por supuesto, este tipo de perros contaba con ciertas características particulares que, aisladas entre sí, pueden ser muy comunes a la familia de la raza de los dogos. Pero, tomadas en su conjunto, son una combinación que hacía, valga la redundancia, única a esta raza Argentina.
A continuación, se presentan entonces las características distintivas de esta extinta raza canina:
Peso del Perro de Pelea Cordobés
Estos perros se destacaban por su imponente envergadura y fortaleza física, lo que los convertía en competidores formidables en el ring de peleas.
En promedio, los machos del Perro de Pelea Cordobés alcanzaban un peso de 45 a 55 kilogramos, mientras que las hembras tenían un peso ligeramente inferior, situándose entre 40 y 50 kilogramos. Estas cifras reflejan el tamaño y la robustez que caracterizaban a esta raza.
Por eso, el peso era un factor clave en la capacidad de los perros para enfrentarse a oponentes y presas de gran tamaño. El Perro de Pelea Cordobés debía ser lo suficientemente pesado como para tener la fuerza necesaria en el combate y la caza, pero también debía mantenerse ágil y veloz. El equilibrio entre el peso y la agilidad era esencial para asegurar un rendimiento óptimo en las actividades para las que se criaba esta raza.
Gracias a su estructura ósea, el peso se distribuía de manera proporcional. Estos perros poseían un cuerpo musculoso y compacto, con un pecho amplio y profundo que permitía una buena capacidad pulmonar y resistencia. Su espalda era recta y fuerte, lo que contribuía a su estabilidad y poderío físico. Estas características físicas eran fundamentales para su desempeño en las peleas de perros y la caza mayor.
Es importante destacar que el peso del Perro de Pelea Cordobés no solo era resultado de su constitución física, sino también de su alimentación y cuidado adecuados. Para mantener un peso saludable, estos perros requerían una dieta equilibrada y ejercicio regular. El cuidado de su condición física era fundamental para asegurar su rendimiento óptimo y su bienestar general.
A lo largo de su vida, el peso correcto y saludable iba variando. Presentamos a continuación una tabla estimativa del peso ideal del perro de pelea cordobés durante sus distintas etapas de crecimiento:
Edad | Peso Ideal (kg) |
---|---|
3 meses | 10-15 kg |
6 meses | 20-25 kg |
9 meses | 25-30 kg |
12 meses | 30-35 kg |
18 meses | 35-40 kg |
24 meses | 40-50 kg |